martes, 19 de marzo de 2019

Y tú... Y yo.

El vagón está lleno,
hay tanta gente y tú...
y tú no estás.
Busco en otras vidas,
en otros rostros
y sus rastros, y tú...
y tú no estás.

Se cierran las puertas.
Cierro mis ojos y te siento.
En mi cristalino un recuerdo
de antes de volverme loco.
Se cierran las puertas,
de este pobre cuerdo y tú...
y tú no estás.

Diez, veinte, cuarenta, ochenta.
Se acelera el ritmo,
la marcha frenética y tú...
Tú no estás
pero yo sigo aquí.
Esperando al tiempo,
esperando sentir que siento.

Llegamos a la siguiente estación y yo...
y yo abro los ojos y entiendo
que el cielo es de aquellos
que no se fueron mintiendo.
Se abren las puertas del infierno y
me vuelvo loco por tu cuerpo.

Se vacía el viejo vagón
pero no lo hace el corazón y yo...
y yo solo tengo amor.
Busco entre mis vidas,
en sus miradas perdidas,
por encontrar de nuevo, y yo...
y yo sigo sin sentido.

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...