martes, 29 de marzo de 2016

Antes del amanecer

Eramos dos mitades de un todo.
Un polo norte y otro opuesto.
Un jardín sin flores y tiestos,
un manzano en el paraíso
y una serpiente se antoja infierno.

Entre nosotros, miedo y lujuria.
Cristales rotos y mares de hielo.
Entre tu boca y la mía,
el deseo, la respiración entrecortada,
y una cama deshecha
que, a medianoche, se queda vacia.

No volvimos a perder...
No volvimos a tocarnos.
No volvimos a mirarnos
nos puede la tentación y el hielo.
Este iceberg se puede deshacer
con el simple hecho de recordar
el aroma que desprende tu piel.

Dibuja tu futuro,
dibuja mi silueta de señor oscuro.
Arroja al fuego mi memoria
y veras como arde.
Toma un chupito de Jack Daniels
y baila desnuda antes del amanecer.

Sensualidad y miedos,
pecados al margen de la ley,
roba vida a sus dueños.
Que su mayor condena será
no haber cumplido sus sueños.

No mates al tiempo

No mates al tiempo...
No le dejes ir por mucho que corra.
No dejes que se escape.
No le mates, si se marcha.
No te extrañes si te llama.

No lo sientas, si siento...
Me firmo un ultimo verso,
y afirmo a punta de pistola a mi sien,
y desde el otro lado del espejo asiento.
Con mis canciones, te tiento y tiemblo.

Me arrugo como un papel usado,
me duele mas mi incoherencia
que cualquier disparo a la cabeza
mientras me apuntas con el cañón
de tus ojos rojos de dragón.

Y el tiempo me espera,
pero en un segundo decido yo.
Se pasa y se queda,
depende de si mi realidad,
se adueña de un compás.

Un mal recuerdo.
Una piedra en un zapato.
Un minuto sin ti
y aquí se acaba mi contrato
donde la arena está húmeda
y se me olvida el pacto.

No mates al tiempo.
No dejes que se detenga,
mientras no tenga un beso.
No mates al tiempo
que de tanto correr
el olvido se me escribirá eterno.

Promesas

Prometí hacerte feliz
pero me he perdido.
No encuentro el camino.
Mi corazón late frío,
como el amanecer sin rocío.

Prometí hacerte feliz,
porque lo mereces,
porque tuve la fortuna
de ser tu elegido,
cuando menos lo esperaba
abriste tu corazón al mío.

Prometí hacerte feliz,
a pesar de que la lluvia,
amenazase nuestros pasos
con las gotas frías del otoño
mientras paseamos hacia el ocaso.

Prometí hacerte feliz,
como nunca nadie lo había hecho.
Se que el listón que ponía era alto,
pero estoy seguro de pasarlo
si me ayudas a intentarlo.

Prometí hacerte feliz,
para coleccionar tus sonrisas,
deslumbrarme con tu mirada,
para encontrarme un corazón tuyo
en la pizarra cada mañana.

Prometí hacerte feliz,
porque eres ese nervio que me activa,
eres sangre que corre por las venas,
con ganas de salir al mundo
y sentirse viva.

Prometí hacerte feliz,
tan feliz, que de sonreir
se te marquen las arrugas en la frente,
sin que a nadie le importe la edad
porque joven es como te sientes.

Prometí hacerte feliz,
para regalarte canciones que jamás
se escucharán en la radio,
y escribirte versos
que llenarán de polvo el armario.

Prometí hacerte feliz,
sin saber si era posible,
acercarme a cumplir
que te quiero amar
hasta el final de nuestros años.

Prometí hacerte feliz,
sabiendo que esa misma promesa,
podría ser mi condena
y mi maldito calvario
donde me perdí a medio camino.

Dueña de la historia

Se rompió el espejo,
y deshojamos el otoño.
Ya no quedan hojas.
Ni mas temores que ocultar.
Apenas nos desnudamos
conquistamos la verdad.

Quisiste volar,
te invite a hacerlo.
Nos subimos a lomos de un caballo alado,
comenzamos a soñar.
Frota tus manos frente a la nariz.
Mira con ganas de comerte el miedo.
Aprieta fuerte tus ilusiones.
Estamos a punto de partir.

Un dos tres...
Un pequeño galope.
Cuatro cinco seis
El estómago sale de si y....
Volamos.

Ahí tienes nuestro cuento de hadas.
Tú eres la protagonista,
la dueña de la historia,
la que elige mis camisas
y la intensidad de mis risas.

Guarismos

Al insomnio lo mató un sueño,
y ese sueño lo diluyó un hombre.
Ese hombre ahogó una ilusión,
y la vida sin ilusión es menos.
A veces menos es más,
cuando el que tiene hambre
se lleva algo a la boca.
Otras veces, maldice tu destino
cuando mueras por la boca.

Guarismos incalculables,
infinitas combinaciones posibles,
para amar y ser odiado,
para odiar y ser amado.
Agudiza los sentidos y siente,
a lo mejor en vez de cinco, son siete,
a lo mejor descubres
cuando el corazón te miente.

Escapa, corre, huye...
Pero quedate en casa.
Grita y patalea, que duela...
Pero calla que nadie lo sepa.
Llora y rie, por separado.
Rie y llora al mismo tiempo,
pero no lo dudes,
si el mundo necesita más testigos,
para escribir la historia incongruente,
de aquellos que muy a su pesar,
aún cantan porque siguen vivos.

Tormenta Eléctrica

Se vistió de añil
al recuerdo de sus lágrimas,
y recordó que llorar
enriquece el alma.
Se hizó silencio,
arrancó la página.

Dejó que el cielo
se poblara de nubes.
Tormenta eléctrica de emociones.
Vuelta a los miedos.
Los recuerdos se graban
en las mejores canciones.

Mi Dios, mi tiempo, mi alma,
sus sueños, sus temores,
se acostaron juntos en la misma cama.
Apenas se rozaban la piel,
apenas acariciaron la sábanas.
A pesar de flotar,
la ingravedad adoptó a la esperanza.

Me acordé porque la quería.
Entendí de nuevo porque la amaba.
Descubrí la locura de despertarme
en otra orilla
mientras el mismo mar nos bañaba.

Suele ocurrir que querer,
es un arañazo en el corazón
por el cual te desangras.
Casi me dejo perder,
por el camino que me llevaba
mi propia desconfianza.

lunes, 21 de marzo de 2016

No me vengan con cuentos

... el silencio me acompaña
porque es mejor callarse
cuando no sabes que decir,
que hablar para equivocarse
y que se mofen de ti...

Hablar de sentimientos
es tan serio como ingrato.
Empatizamos enfermizamente.
Los hacemos nuestros,
lloramos, reímos, amamos...
Salvamos almas heridas
por desamores de tanta gente.

No me vengan con cuentos.
Todos hemos hecho fábulas,
nos hemos sentido protagonistas.
Todos hemos salvado a la niña
que actuaba en la película.
Hemos sido héroes
de inenarrables conquistas.

Hoy es el día de la poesía,
Llegó el equinoccio de primavera.
Hoy escribí de ti
a pesar que te dejé perdida
en la arena de la costera.
Hoy me acordé de ti,
mi fiel amiga y compañera.

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...