lunes, 28 de enero de 2019

El éxito es el enemigo

El éxito es el enemigo.
Tu mayor victoria
siempre es la mayor derrota.
Algo se rompe por dentro,
te cambia hasta que caes de nuevo
en las llamas de infierno.

Es leve el paso al paraíso
por el aplauso fácil,
al averno por el silencio
y la falta de reconocimiento.
Anhelamos la aceptación
en lugar de ansiar el amor propio,
nuestro indiscriminado momento.

Ser sumiso se convierte en un castigo,
difícil afrontar el camino
sin verdaderos amigos.
Nadie espera cuando hace frío,
nadie desea seguir girando
eternamente en un tiovivo.

El éxito te convierte en triunfador,
la humildad te convierte en mejor persona.
Ahora tú decides
si apostar a egolatra ganador
o deseas caminar en el espacio amargo
del insomnio perdedor.

Somos esclavos de nuestros actos,
no somos dueños de nuestros destinos
somos seres que vagan
y flotan por los versos
cómo insulsos mendigos
ricos en euforia,
pobres en sentimientos.

Nadie nos enseñó a vivir.
Aprendimos solos.
Nadie nos invitó a seguir
lo hicimos como locos.
Nadie nos arrastró a tocar fondo
igual que cuando rozamos el cielo
fue por la ingenua temeridad
de no volar a ras de suelo.

viernes, 25 de enero de 2019

Tu esencia

Deja que te diga algo, amigo.
El camino está aún por recorrer.
Muere y mata a cada paso.
Deja huella, que perdure.
Por más que sople el viento,
que nadie quede indiferente
por el sentido de tu rastro
o el sinsentido de tus actos.

Pisa firme y que no se doblen tus tobillos.
No dudes en tu sendero,
nadie, te aseguro,nadie,
condujo sus pies al éxito
sin tropezar antes en el fracaso,
sin ver un atardecer
a los pies del ocaso.

Disfruta del viaje y sigue hacia delante.
Siéntate en esa piedra.
Descansa.
Reflexiona.
Toma aire.
Recuerda.
Llora.
Implora.
Continúa.
Sonríe.

Podrás asomarte al abismo.
Enfrentarte a tus fantasmas.
Tendrás que caminar entre ascuas
y sujetarte entre espinas.
Sangrarán las llagas en tus manos,
sanarán las heridas
con el vivir de los sueños,
con el pasar de los años.

A lo lejos se ve.
Ahí, en la distancia se encuentra.
Ahí, donde se cruzan sin más remedio
la integridad y la experiencia,
el amor por uno mismo y su conciencia.
La ansiada verdad,
La respuesta, tu esencia.
El destino incierto
de las afortunadas coincidencias.

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...