lunes, 3 de mayo de 2021

Buen viaje, viejo



Buen viaje, viejo.
Que la tierra le sea leve capitán.
Hace tiempo el sendero se llenó de polvo
y ahora nos cuesta un poco más respirar.
Le recuerdo con el orgullo
de quien no tiene miedo
a qué le reconozcan en mis ojos,
si tienen el valor de mirar.


Hoy le eché de menos.
Hace un mes que el mundo 
es un lugar algo más incómodo para vivir.
No supe decirle adiós,
quizá porque su educación me obligó
a infundarle mis respetos,
hablarle de usted 
y a sentarme en la silla a recordar
su mirada clavada en el televisor
con una mano en un chato de vino
y la otra temblando sobre la pierna.


Trato de dibujar 
recuerdos en el aire
pero lo hice mal.
Mi trazo se salió del lienzo
y una vez más me confundí.
Es probable que no esté orgulloso de mí.


Quizá mi comportamiento al final
no fue el que me enseñó.
Espero que allá arriba haya libros
de sentimientos terrenales
y pueda leer estos pensamientos, 
y tras ellos que sepa entender 
que entre versos se encuentran mis disculpas.


No supe despedirle. 

No sabía que decir. 

Allí estaba yo, 

escondido 

entre el miedo y la vergüenza, 

entre la pena que me ahogaba 

y el orgullo que siento por usted 

sabiendo que ya nadie 

repondrá su hueco 

en el centro del corazón, 

dónde caminó 

entre sendas de cañas y barro.


Aquí abajo todo sigue 

más o menos igual,

solo que su butaca ahora está vacía.
Si me pregunta por mi padre 
le diré  que le veo algo jodido.


Somos autosuficientes 
porque así nos lo demostró,
y porque querer seguir hacia delante
es nuestra ambición natural,
a pesar que el camino 

se ponga cuesta arriba
pero usted nos enseñó 

que caminar es vivir,
y al final del camino,
cuando ya no duele tanto el callo
es cuando conoces la libertad
y comienzas a disfrutar.


La abuela preguntó 

alguna vez por usted,
pero ya sabe

su cabeza anda por las nubes
y los recuerdos le sirven de transporte infinito 
a un mundo donde quizá fue más feliz.


Allí donde sufrieron más... 

que duda cabe, 
pero aquellas andanzas 

les convirtieron en quienes fueron después.
Escribieron su 
verso suelto,

libre de ataduras 
a pesar de dictaduras,
dueños de sus sonrisas
tras nuestras diabluras.


De niño me insistió 
en la necesidad de buscarse uno mismo.
De ser siempre lo que uno quiera ser,
pero respetando que piensa el de al lado.
Los vestigios de las dictaduras 
perduraban en las arrugas de su memoria.


Le quisieron moldear a imagen y semejanza,
pero usted decidió que llegó el momento
de empezar lejos del origen,
dónde los niños tuviesen un futuro
sin olvidar que una raíz 
no crece en la tierra si no es feliz.


Que la memoria no sea frágil 
y sus recuerdos no sean leves 
como fuimos nosotros 
en un mundo de niños. 
Quisiera detener el tiempo, 
como hacia usted cada vez 
que cerraba la tapa de su reloj de bolsillo.


Que la memoria me salve 
y recuerden que sus manos me enseñaron 
a seguir trabajando por un destino
aunque haya piedras en el camino,
aunque haya llantos y dolor 
porque el mayor de mis castigos
es que ya no se encuentra conmigo.


Vaya buscando el mejor lugar
para esperarnos y cuidarnos.
Siéntate con tu hijo a la vera de un árbol 
y empezar a construir el sueño
para los que aún tenemos tiempo aquí.
Protegernos en la distancia.
Manteneos en el horizonte de nuestra mirada.


Hace unos años de niño escribí
"De Extremadura viniste
con tus hijos y tu mujer..."
en homenaje a lo que usted vivió.
De adulto me despido diciéndole 
"Buen viaje, viejo"
porque veré su recuerdo imborrable
cada vez que me mire en el espejo. 


Allí descubriré sus canas, 
acariciaré sus arrugas,
sonreiré con su sonrisa, 
y asentiré con la verdad de su mirada.
Nos deleitaremos con un chato de vino,
el sabor de su queso añejo,
con sus chascarrillos y sus consejos.


Que la tierra le sea leve, capitán.
No eleve mucho el vuelo,
y protegenos siempre
como en la tierra, hazlo en el cielo.
Le echo de menos, viejo.
Te quiero abuelo.

Caricias de Engaños

 Pase lo que pase

día a día,

seguiré mi camino.

Persiguiendo el rastro de mi instinto.


Los surcos de unos pasos

serán la prueba de que lo vivido

mereció la pena

hasta que vivir se convirtió en condena.


Nuestro presente se vestirá de alegría,

y el inesperado futuro de mañana

se convertirá en hoy

sin apenas tiempo a digerir,

que ayer, por un momento, 

estuvimos solos.


Olvidaremos el dolor

y la ilusión 

será un corazón acelerado

que ahogará tu respiración.

Actores secundarios sin maquillaje 

para las cicatrices de amor,

clamando al cielo

por el beso borrado

de esta escena fuera de guión


Te escribiré

esta poesía serás tú,

y yo 

las letras que deletrearán

Nosotros.


Seremos dos náufragos

flotando a la deriva,

en este mar en que nadie

quedaba con vida.


Sentimientos extraños 

a pesar que yo,

añoraba unos labios

mientras descifrabas en los tuyos 

antiguas caricias de engaños


Este verso robado 

se convertirá en 

ese beso soñado.

Este cielo anhelado

se vestirá de fuego al atardecer

y en hielo y lágrimas 

antes de amanecer.


Luz de mi vida

Me quité la camiseta y al rozar tu piel supe que serías parte de mí para siempre, como yo lo sería de ti. Tus ojos rasgados, tu piel intacta...