Deja que te diga algo, amigo.
El camino está aún por recorrer.
Muere y mata a cada paso.
Deja huella, que perdure.
Por más que sople el viento,
que nadie quede indiferente
por el sentido de tu rastro
o el sinsentido de tus actos.
Pisa firme y que no se doblen tus tobillos.
No dudes en tu sendero,
nadie, te aseguro,nadie,
condujo sus pies al éxito
sin tropezar antes en el fracaso,
sin ver un atardecer
a los pies del ocaso.
Disfruta del viaje y sigue hacia delante.
Siéntate en esa piedra.
Descansa.
Reflexiona.
Toma aire.
Recuerda.
Llora.
Implora.
Continúa.
Sonríe.
Podrás asomarte al abismo.
Enfrentarte a tus fantasmas.
Tendrás que caminar entre ascuas
y sujetarte entre espinas.
Sangrarán las llagas en tus manos,
sanarán las heridas
con el vivir de los sueños,
con el pasar de los años.
A lo lejos se ve.
Ahí, en la distancia se encuentra.
Ahí, donde se cruzan sin más remedio
la integridad y la experiencia,
el amor por uno mismo y su conciencia.
La ansiada verdad,
La respuesta, tu esencia.
El destino incierto
de las afortunadas coincidencias.
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