Cuando Dios está inspirado
pinta cuadros en los lienzos del cielo,
para que los disfrutemos
con los ojos que del niño
que nunca perdimos.
Siempre seremos sinceros.
Una suave danza de espuma y sal,
y los mares que se unen
para hacer sobre ti la coreografía mas hermosa
que jamás podremos volver a disfrutar,
los paisajes son paletas de colores
que adornan la soledad.
El Sol brilla en lo alto,
incandescentemente impaciente.
El Sol son átomos de sentimientos,
son moléculas de amor
que a veces gusta y otras duele.
Desperté con los pétalos de tus flores
esparcidos por la seda de esta cama,
y su perfume pegado a mis sábanas
para torturarme dulcemente,
para enloquecer con tu ausencia calma.
Cuando Dios está inspirado
hace piedras preciosas como tú
y las toca con su varita
para que comiencen a andar,
y a contonear sus caderas,
para hipnotizar al rey de tus caricias.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
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