A mi silencio le faltó tu aire,
y a ti te faltaron las ganas y el coraje
para decirme a la cara
que alguna vez me amaste.
A tus acciones le sobraron palabras,
y a los te quiero le faltaron intenciones,
porque nunca me amaste,
a pesar de pedirme explicaciones.
A tus ojos le faltaron verdades,
y a tus manos dulzura, en lugar de maldades.
A nosotros nos faltó el alma,
y al alma le sobraron falsedades.
A tu piel le salieron yagas y al corazón
se le escaparon dos versos incompletos
antes de irse a la cama,
porque aún soy yo quien te ama.
A tus bondad le sobró buena intención,
y a tus gestos, tus risas y tus besos,
le faltó una gotita de sal, un regusto de sabor,
le faltó ser menos frío a pesar de tanto calor.
A tu cuerpo le faltaron las caricias,
y a tu boca, bocanadas de aire,
y trazar curvas que dibujen sonrisas
para coronar a la reina de este baile.
A tus sueños le sobraron noches,
y a mi me sobraran prendas de ropa,
igual me desvanecí en reproches
mientras caminé con miedo a popa.
A tus fotos le faltaron luces,
y a mis sentimientos le salieron estigmas
por estar colgado en tus cruces
por darme una vez más de bruces.
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