viernes, 18 de diciembre de 2020

Y llegó mi niña

Y llegó mi niña.

Vestida de vida,

rebosante de alegría.


Sólo con suspirar

el mundo se para

para contemplar su risa.


Me muerdo los labios de la emoción

las lágrimas se tatúan la felicidad,

baila, grita, ríe, salta,

no dejes de comerte el mundo con tu “mirá”


Y llegó mi niña,

para dislocarme la boca y el corazón,

con su lengua de trapo

y su ganas de aprender a cada rato


La raíz crece dentro del corazón

regada de amores y momentos

para beber de la savia de los sentimientos.


El nuevo amanecer,

el despertar de un nuevo día,

el latido indomable,

el rugido de la bella Lucía.


Los quejidos nocturnos,

el crujir de tu cuna a cada respiración,

y en la boca un beso se meció.


Sus manos, su piel, la nube 

donde guarda mi bebé su perfume,

su hilo de seda, su sino y mi ayer,

me duelen los labios

por los besos que no te daré.


La calma de la reina,

el peón de un tablero de ajedrez,

todo es un juego 

y aún me queda que aprender,

de ti, de tus ganas de crecer.


La vida no ha hecho más que empezar

y mi partida vuelve a la casilla inicial.

Me falta tu sueño que no alcanzo a conciliar.

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