Allá tú con tu ego… Allá tú.
Allá tú con la soberbia.
Cierra la puerta y vete.
Tras las sombras
mas allá de la oscuridad del día.
Mis demonios salieron a la luz.
Me volví loco,
arañaron partes de mi cuerpo
que jamas había sentido vivas.
Me arrancaron el alma,
me robaron la alegría.
Me costó respirar.
Estuve congelado por fuera,
durante días, semanas y meses,
pero en un minúsculo rincón,
en la última fibra de músculo
de mi maltrecho corazón,
la sangre seguía fluyendo.
Desde ahi dentro viviría con mas distancia,
con la calma y la esperanza
de ir cosiendo una a una mis heridas.
Curando las dagas que clavaste en mi.
Reconociéndome, reconstruyéndome.
Pero ahora vete, vete,
donde nadie pueda verte, vete
Deseaste mi vida,
me la trataste de arrancar de golpe,
pero aquí estoy, sigo vivo.
A pesar de los intentos por arrancarmela.
Se llama Envidia,
si, es ella y la conoces.
¿Sabes ya quién te digo?
Ahora allá tú.
tus miedos y tu ego.
Tu soledad.
Ahora sécate las lágrimas.
Y busca el resguardo de la levedad.
Ahora en la oscuridad
su brillo te cegó y cuelga del abismo
una y otra vez la misma soga
hasta el acorde final.
Lo siento pero no puedo perdonar,
hay puñaladas que por más que intentes
a pesar de las cicatrices
no se curan ni se llegan a olvidar.
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