Quiero hacerte feliz
y que todos los días brille el sol,
que al despertar
huela la casa a café y confianza,
a tostadas recién hechas.
Quiero hacerte feliz
para que crezcas soñando
en tu universo de color rosa.
Cabalgando a lomos de un unicornio
tu reino de princesas inventadas.
Quiero hacerte feliz
para que sigas despertando,
regalando los besos más dulces,
y que regañarte tras una trastada
empiece a voces y acabe a carcajadas.
Querría haceros feliz,
pero a veces tengo la sensación que vivo
bajo el yugo de la responsabilidad,
y no me dejo llevar,
aunque sea completamente libre
me amarro al ancla de la responsabilidad.
Siento que donde tendría que ser
lo mejor para vosotros,
soy un lastre fácilmente reemplazable.
Siento que no me alcanza
para haceros cumplir vuestros sueños.
Pero tengo que ser yo.
Mi sangre corre a impulsos
y por mi cabeza corren ideas
que no son el reflejo de la realidad.
No consigo dar una a derechas,
vivo en la constante sensación
de estar errando cualquier disparo
que no vaya dirigido a mis certezas.
Los miedos de los primeros profetas
son los miedos
que ahora dominan misericordes
mis demonios infantes,
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