martes, 28 de agosto de 2012

La Tercera Ola

Una ola arrasó todos mis ideales,
se los llevó al mar,
los volteó, con führia los ahogó
y empapados en lágrimas de otros,
insultándome a la cara me los devolvió.

Una hoja húmeda,
nunca se volverá a tensar.
Igual que la tinta en papel mojado
los sentimientos no se pueden tatuar.
No sabremos que está bien,
pero nos impondrán una personalidad.

Nada nos dolerá por dentro
si el universo gira al son que marco yo.
Somos autómatas del autoritarismo
que rige con su mismo sentimiento
indeleble la fuerza de este bastión,
que invita a caminar con tesón.

Somos una humana especie en extinción,
somos un trozo de arcilla
maleado por las manos de un niño solitario,
que sueña con gobernar su propio mundo,
que ve en si mismo a su propio Dios.

La violencia iguala a todos los mortales,
cuando el que la imparte es Dios,
los puños de acero muelen
cualquier ápice de razón,
si no crees en la misma religión.

La sociedad se tiñe de piedra,
las plazas de los pueblos
harán hogueras con el corazón,
los latidos quedaran perdidos
y avivaran el fuego de la sinrazón.

Cuando las flambeadas llamas
estén en su máxima expresión,
otras olas naceran del fondo del mar
y no dejaran ascuas de la dictadura
que puso orden a los satélites
que orbitan a nuestro alrededor.

Se erigirá un nuevo líder,
nos utilizará como marionetas de cartón,
y la tercera ola se hará tsunami
dando paso a la revolución,
que orden a la naturaleza,
dando golpes con los latidos del corazón.

Saldrá el Sol y nos pondremos a bailar,
nos bañaremos como niños en el mar,
jugaremos a peinar las rizos del agua,
flotaremos sobre una tabla
y sabremos que es la libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...