No quiero verte llorar
porque prefiero ser yo
quien derrame lágrimas por ti
a que te las seques tú por él.
Dios nos cruzó en el camino,
para levantarnos tantas veces
como la vida sea cruel.
No quiero verte llorar,
aunque a veces las historias
tengan dos principios,
y es posible que algunas hasta tres.
Aunque la tuya y la mía
nunca terminen de empezar.
No quiero verte llorar,
porque me duele
cuando hieren tu pequeño corazón.
Si lo dañan, te presto el mío,
me sobra saber que lo tienes tú,
y que dentro voy yo.
No quiero verte llorar,
aunque de tus lágrimas beban los campos,
y las flores tengan un color especial,
porque prefiero un eterno otoño,
que verte mirando las piedras del suelo,
y sentir que lo pasas mal.
No quiero verte llorar.
Cuando no tengas fuerza para ello
agarrate a mi rayo de luz,
yo te
bañaré la piel de color
y mi abrazo te
rodeará
con el perfume de la primavera.
No quiero verte llorar.
Me quedaré aquí contigo
hasta que pase la tormenta,
pero en cuanto el sol brille de nuevo
partiré sin que te des cuenta,
para que me busques y nos encontremos
una y un millón de veces mas.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
jueves, 2 de agosto de 2012
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