Mi fragilidad pasó factura.
Todo ocurrió incoherentemente
y no supe recomponer
los pedazos rotos de mi corazón
tras el golpe mortal en la sien,
tras la ausencia de cordura.
Me quedé callado,
del lado del rincón del silencio.
Sentí los dedos de mis pies
a pesar de ser un mutilado,
sin aire, sin cielo, ahogado,
a pesar de que el tiempo me vacile
porque aunque me duela sigo enamorado
Y hoy me duele, me duele vivir,
Y hoy me duele saber que seguir
es vivir y vivir sin ser feliz
hoy me duele seguir sin ti...
Y hoy me duele saber que morir
es perder un pedazo de ti.
Mi fragilidad se volvió fractura,
mi felicidad se hizo locura,
la soledad me acompaño con premura,
tus manos y tu perfume me abandonaron
en cuanto se asomaron al atisbo
de la ansiada amargura.
Me quedé callado,
del lado del rincón apagado,
y vislumbre tu silueta volver,
curvas inalazables, silueta de ninfa amable,
ahondando en el silencio,
perfume de primavera gentil
aún espero que me hables.
Y hoy me duele, me duele vivir,
Y hoy me duele saber que seguir
es vivir y vivir sin ser feliz
hoy me duele seguir sin ti...
Y hoy me duele saber que morir
es perder un pedazo de ti.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
jueves, 14 de febrero de 2013
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