Y
entonces abrió los ojos y se dió cuenta que se había hecho mayor de
golpe. Sus ilusiones quedaron al fondo del cajón de su ropa interior,
sus miedos se estamparon en todas las camisetas y nadie volvió a mirarla
igual. Su semblante cambió por completo.
De los sueños a las pesadillas
había solo un fotograma incompleto que se rellenó de malas
experiencias, y todo casi sin querer. Simplemente por
abrir los ojos y ver que el Sol no siempre calienta con la misma
intensidad. Entonces descubrió que el mundo no gira alrededor de su eje,
sino que las historias dan vueltas alrededor de si mismas. A veces son
días, otras son noches. A veces son recuerdos de diamantes sin pulir,
otras son piedras volcánicas hirviendo en los reproches. A veces duelen
tanto como la primera vez... a veces vuelven por volver.
Los malos
recuerdos forman parte de esos pedazos de estrellas que dejaron de
brillar, los buenos se escondieron a contraluz dejando solamente sombras
a su paso. Entonces se dió cuenta que se había enamorado una vez. Se dió cuenta que estaba sola y que para amar hay que ser
funambulista para cruzar de un corazón a otro sin mirar abajo, caminar
en el abismo sin red, amar sin temer a volver a caer.
Y entonces abrió
los ojos, habia vuelto donde todo empezó antes de crecer.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
sábado, 3 de agosto de 2013
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