Me duele decirlo
pero me di cuenta tarde.
Se había gastado
y no podía disimularlo mas.
Tenía sed, estaba hambriento.
Quise lamer mis heridas en otra piel.
Quise beber de otros labios
el dulce veneno de ayer.
Quise hacerme daño
y al final lo logré.
Se me rompió el cajón
donde guardaba los besos.
Se secó aquella rosa que te regalé,
pero sus espinas siguen
haciendo el mismo daño,
que cuando la robé ayer.
Nadie dijo que esto fuese fácil.
Somos pasajeros del tiempo
y seguiremos viéndonos sobrepasados
por los mismos aviones
que fumigaron
nuestras dudas
antes de nacer.
Sutiles y kamikaces
se estrellaran contra nuestras camas.
Tan extraños y fugaces,
que aterrizaran en el mar calma.
Nocturnos y sonámbulos,
desperezaran la mirada del alma.
Nuestras miserias
no necesitan agua
para seguir creciendo,
solo hace falta seguir mintiendo,
para ser un esclavo del corazón
al que se le acaba el tiempo.
Ya no te quiero, y lo siento...
Ya no te quiero, y me siento...
Ya no te quiero, y no miento.
Ya no te quiero...
Solo quiero irme lejos,
para no escuchar lágrimas y lamentos.
Miedo, tengo miedo...
de doler
como la realidad
me duele a mi dentro.
Miedo... Por ser yo quien mata el sentimiento.
Miedo... Por que se me gastó el tiempo.
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