No hay naufragio mas duro
que abandonarse a la suerte
y perder el rumbo
sin volver a verte.
Hace tiempo que dejé de escribir.
Me puse un caparazón
protegiéndome de rayos y truenos,
y de mi tormenta interior
quien desatada
más intensa aún si cabe
Hace tiempo que mi sonrisa
se marchitó por tanto Sol y calor,
a pesar que ver vuestra felicidad
me refuerce en mis afirmaciones
me haga llevarlo mejor.
Las lágrimas no sirven como riego,
pero al deslizarse por el rostro
se convierten en suplica y ruego.
Fallar, fallamos todos,
pero no todos tienen
la valentía de conseguir
que todo vuelva a su lugar.
Paciencia, esmero, tranquilidad,
bases para construir una nueva vida
sin miedo al fracaso,
porque si algo debemos tener seguro
es que volveremos a caer,
pero también que tras el traspies,
hay que volverse a levantar.
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