viernes, 16 de marzo de 2018

Dónde el silencio nos haga libres

Ahí estará la verdad.
Dónde el silencio nos haga libres,
dónde desnudes el alma,
dónde no quede más que el vacío
de quién da más de lo que gana.

En cada uno de tus pasos,
entre el odio y el rencor
nacerá la raíz de la esperanza
porque no todo crece enfermo.
La herida con amor, sana.

Somos mortales. Errantes amorales.
Somos del corazón latidos vitales.
Somos iguales, valientes ilegales.
Somos juicio de valores, sin ideales.
Somos el aire puro que tiende a contaminarse.

Seguiremos frustrando los sueños
que nos quedan por cumplir
antes de despertar de este invierno.
Seguiremos siendo dueños
de las ilusiones que mañana se diluirán
entre convulsiones y miedos.

Despertaremos en esta fría ciudad
donde un día nos pusimos a salvo
de las lágrimas derramadas
por el capricho de un niño.
Aquí donde todo nació
intentaremos volver por volver a ayer.

Recorrimos las calles inundándolas de color,
llenándola de la música de nuestras carcajadas,
y aunque la gente nos miraba, nos importaba poco.
Entonces la vergüenza se adueñó del mundo,
el eco retumbó en nuestras paredes,
agrietó los cimientos y derrumbó el edificio
donde nos amamos como dos locos.

Recuerdos de ayer.
Mezcolanza de sentimientos
y rasgadas vestiduras.
Retientos de tarantas y quebrantos.
Canciones que escuchar
en estos treinta y tantos.

Sueños por cumplir,
lágrimas por derramar
por felicidad antes que llanto amargo.
Madrid nos desnudó el alma.
Ni tú ni yo somos los mismos desde entonces.
Nada será como debía ser...
Nadie será voz al viento
ni herida sin sentimiento.
Esta vez, acabará bien el cuento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...