Cuéntame
cómo ves la vida
a través de tus ojos.
Lo que sientes cada vez
que descubres un nuevo color,
con cada textura,
con cada nuevo sabor.
No hay nada más sincero
que el abrazo de una madre.
Una mirada cómplice,
una palabra dedicada
una caricia enmarañada
entre tus manos llenas de vida
que desean dar forma al mundo
y dibujarlo de nuevo.
Déjame seguir
el ritmo frenético de tu corazón.
Baila conmigo
cuando suene tu canción,
con esa melodía
y sonriendo sin temor.
Desde que tú respiras
me siento mucho mejor.
Y duerme
cuando caigas rendida en mis brazos,
no dejes de soñar,
y llora cuando tengas que llorar.
Todos tenemos derecho alzar
la voz desde el respeto,
es lo que llaman libertad.
Llévame al lugar,
donde los sueños se hagan realidad, llévame
al punto más alto de esta felicidad.
No me dejes caer, hazme volar,
entre tus cuentos de hadas
y las mil historias
que me descubras desde tu ingenuidad.
Cuéntame
cómo ves la vida
a través de tus ojos.
Lo que sientes cada vez
que descubres un nuevo color,
con cada latido
de tu corazón.
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