viernes, 2 de abril de 2010

Diario del amor de una noche

Una copa rota por el suelo, y mis ilusiones derramadas. El aletéo de un murcielago me espabiló y te vi desde el otro lado del cristal besandote con él, tres años y medio después. En ese momento me sentí vacío, utilizado. Nos hemos reído juntos tantas veces... me duele tu falta de sinceridad, algo de lo que quizá estoy pecando demasiado, pero lo que más me duele es el daño que te queda por sufrir, porque él juega contigo, él es quien se rie de tí, y de mi, se ríe de los dos, y a pesar de todo, cuando lo necesites seguiré ahí; para tenderte una mano y levantarte. Porque soy así. Ante todo soy alma, un espiritú enamoradizo, y recorro las calles enamorandome de las flores.

Mil llamadas a mi telefono, millones de mensajes, y nada mas que se quedan mis esperanzas rotas. Amor de una noche, desamor de mil dias. Alumbro mis ideas con la neurocirugía profunda de mis pensamientos, son los que me proporcionan esa clarividencia para darme cuenta de que sigo siendo yo. Sigo siendo la misma persona a pesar de todo y aunque estuve triste, estoy feliz de haberme encontrado.Aunque todo esto me entristezca, hoy en el fondo sonrío aliviado.

Pasan días y días, tras aquella noche, y ¿qué me queda?. No tengo mas que mi buzón vacío, ni una carta, ni una señal de luz en este infierno de sin razón, ni un momento de tu amor... Todo acabó allí. Yo dentro del local, y tú, afuera, tras el ópaco cristal donde por siempre quedó grabado vuestro abrazo, vuestra eternidad, la sombra del amor si hizo vidriera sobre ese cristal. La sombra del amor fue la que me cubrió después de descubrir la verdad.

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