No sé como pronunciar 
esas dos malditas palabras
porque quizá tu no lo sientas
y mi alma se la lleve tu tormenta.
No sé como describir
los sueños que me haces sentir
porque hacia tiempo que nadie
con su simple presencia me hace feliz.
Dejame deshojar la margarita de tu corazón,
y que caigan pétalo a pétalo
las dudas que te pueda generar
mi complejo espacio interior.
Esos efímeros sentimientos
que no soy capaz de mostrar,
esos momentos de mi tiempo
en que a mi lado no estás.
Hace algún tiempo me juré a mi mismo 
olvidar lo que es amar.
Hace algún tiempo me olvidé
de esa pequeña cavidad,
entre mi alma y los sentidos,
donde convergen los besos
que nunca te pude dar.
Al viento le descubriré donde estás
con todas las cosas que nos arrojaremos,
por todos esos sentimientos 
que nos dejaremos en el mar,
navegando sobre las olas
y abocados a naufragar.
Lanzo las palabras al aire, 
y caen desordenadas sobre el suelo 
lleno del rocío de otro amanecer 
en el que los preámbulos 
y los obstáculos de los sentimientos 
hacen ver que no soy nadie 
sin regalar los latidos de un corazón. 
Se pudre mi alma 
en los momentos de soledad, 
es como el árbol enfermo 
que poco a poco deja de crecer 
y empieza a ceder a un costado, 
al lado del aire, 
al lado del momento incabado. 
Al aire,
las palabras que no te regalé,
mi ausencia mis llantos 
y mi anochecer.
A la noche,
los sueños los llantos,
y mi inmadurez,
los latidos del perdido
y las cosas por hacer.
De nuevo,
me encuentro sólo otro amanecer,
de nuevo te siento,
y te eche de menos ayer.
Aunque descubras mis secretos,
me costará saber
quien es quien.
Imagino caminando desnudos
sin mas que perder,
me imagino abrazados,
vistiéndonos con nuestra piel.
El maquillaje del alma,
las palabras de mujer,
te descubro en mi enfermizo
sentimiento de querer.
Cada vez me cuesta menos,
leer tus labios que no ves,
cada vez me hallo mas cerca
y no descubro si amor es.
Solo puedo vivir,
y dejar de ser
el niño que despierta 
sólo en mitad de la noche,
sólo y sin nadie 
que se despierte por él.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
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Luz de mi vida
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