miércoles, 25 de mayo de 2011

Peleado con el tiempo

Me he peleado con el tiempo.
Me he diluido en el agua y ahora
ya no soy mas que algo inocuo, transparente,
insípida agua estancada sin mar
donde desembocar tranquilamente.
La fragilidad disolvió mi corazón
antes de anochecer,
y mi tiempo ya no es mío.
Ahora el tiempo se detuvo,
y se repite una y otra vez
para atormentarme con tu rostro.

Desafiando impertinente al minutero, le miré con fijación a los ojos, no me moveré de aquí si ella no viene conmigo me dije a mi mismo. Implacable sujeté con mis brazos el minutero, y no dejaré que continúe. Es complicado apostar por alguien pero estaba claro que mi vida no pasaría si no volvía a mi lado.

Mis cartas pintaron bastos, y el tiempo se jugo un full. Estaba claro que ninguno de los dos jugábamos a lo mismo. Yo quería ser leal conmigo y pasar lo que me quede a tu lado, y el tiempo, insolente se tiró un farol para intentar quitarme todas las fichas de sentimientos de mis bolsillos. Escupí cualquier arrebato entre mis labios, y maldije a Dios, por crearle, por no detenerle si tu no estabas a mi lado. Esa es mi condena y por eso ahora vivo encerrado donde me llevó su inclemencia.

Vivo en la cárcel de este reloj de arena que poco a poco va dejando mas hueco sobre mi cabeza para que mis ideas ocupen espacio y empujen con su peso a la tierra a la mitad inferior. Mi castigo será ahogarme por este embudo, cuando me toque cruzar la frontera. Es indeleble mi sentimiento y por eso ahora lo pago. Por eso nunca te volví a ver y aposté todo a doble o nada. Hoy me queda el consuelo de ser guardián del tiempo. Sólo espero que tu no me eches de menos, y que no trates de detener el compás del tiempo. No le preguntes, no le maldigas, no le susurres. Que no te encierre en mi mismo espacio, porque entonces prefiero que me caiga toda tu arena encima para que tu respires con los pulmones abiertos, para que mi recuerdo te acompañe por dentro.

Me he peleado con el tiempo,
me he deshecho sintiendo,
me he quedado ciego
y tú no estás para ser mi guía.
Ya no me queda un segundo
para acariciar tus manos,
ya no tengo un minuto,
para ser parte de tu verano,
ya no queda ni un día
porque se me olvido decir te amo.

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