El silencio me dio
la mejor de mis palabras. 
El silencio es por momentos,
la mejor de las armas.
Él me sedujo con el revoloteo 
de las alas de un gorrión 
a mi alrededor 
antes de despertar la mañana. 
Él me atrajo inconscientemente 
para convertirme en un ser sin guión. 
 
Me descubrió 
que las mejores cosas 
ocurren de repente; 
que es mejor vivir de golpe, 
que poco a poco, 
porque preparar los acontecimientos, 
nos hace superficiales 
y hace que no valoremos las cosas 
que de verdad son especiales. 
 
El silencio es consejero del tiempo, 
nunca hay que dejarlos pasar, 
debemos observarlos, 
aprender de ellos sin más. 
Mide tus segundos 
con un reloj de arena, 
olvídate de las horas, los días, 
guarda tus mejores recuerdos 
y bebe poco a poco 
de la botella de la melancolía. 
Mira a través de un vaso vacío, 
mira sin que nada ni nadie 
se de cuenta de que hoy 
tienes los sentimientos escondidos. 
 
Y disfruta, 
hazlo como nunca, 
hazlo de golpe y porrazo 
sin pensar en aquella parte 
de los acontecimientos 
que te dejaron el corazón herido.
Vive y disfruta de la vida. 
Vive como si esta 
fuese la única vez que has vivido.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
sábado, 27 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Luz de mi vida
Me quité la camiseta y al rozar tu piel supe que serías parte de mí para siempre, como yo lo sería de ti. Tus ojos rasgados, tu piel intacta...
- 
Se oye el rubor del mar de fondo. Las gaviotas aleteando al alba, el sol empezando a remontar la línea del horizonte y yo intentando recorda...
 - 
Me quité la camiseta y al rozar tu piel supe que serías parte de mí para siempre, como yo lo sería de ti. Tus ojos rasgados, tu piel intacta...
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario