Se fue... 
Se escapó de mi lado mientras dormía
y amanecí desnudo 
sobre las sábanas de mi cama 
sin el vestido de sus besos, 
sin alimentarme con caricias
al cobijo de la mañana.
La busqué entre sus cosas,
y en sus cajones solo encontré silencio,
un rastro de soledad intangible,
una fina barrera nos separa
el amor del odio,
una fina barrera que anoche
quedó visiblemente derribada.
Se fue...
y en el espejo de este aseo
se quedo su silueta grabada en el espejo,
para atormentarme con su ausencia,
para desgarrarme el alma
con su fantasmagórica presencia,
para recordarme que aún sigue viva.
La busqué entre las fotos
y su rostro ya no sonreía,
se difuminaba cada vez que aparecíamos juntos.
La busqué entre mis recuerdos
y la amnesia febril y convulsa de la pasión
me ha robado hasta tu nombre,
no recuerdo tu perfume.
Se fue... y yo la busqué,
pero ya no aparecía
olvide su hermoso rostro 
y yo encontré mi mejor melodía,
me volvió loco su silencio
y yo grité mis poesías.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
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