Me he perdido en el bosque de las palabras
y me he dejado llevar tanto, tanto,
que ahora tengo miedo de perderme
entre las vocales y las consonantes,
entre los signos de admiración
y los constantes momentos de interrogación.
Árboles llenos de puntos y comas,
y flores que se deshojan 
entre los pétalos marchitos 
de la canción de amor
que anoche se cantó el Sol
al asomarse la Luna a su balcón.
He corrido incansablemente
a través de su llanura,
porque cuando la vida era fácil
todas las palabras estaban descritas,
ahora que cuesta levantarse
me apetece quedarme tirado aquí
y entre mis lágrimas 
y este frío suelo, acostarme.
Hay letras que te gritan
según te ven pasar,
y otras que te insultan
si no las dices nada.
Hay palabras que 
se guardan el silencio
para que seas tú 
quien venga por ellas,
cantando los versos
que nos hicieron llorar,
o contando las anécdotas de niños
cuando eramos felices sin mas.
Que se calle el silencio
que las palabras tienen que hablar
de historias reales,
de la cruda y pura verdad.
Que se calle el silencio
que las palabras 
están para recordarnos
palabras como igualdad,
sinceridad, cariño, amistad,
que las palabras 
nos despierten cada mañana
con amores sinceros, con besos,
con caricias al alba, con te quieros.
Que las palabras nos conduzcan
a esas palabras que tanto significan,
paz y libertad.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
domingo, 27 de noviembre de 2011
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