He llegado a esa linea 
que divide el miedo de la valentía, 
y tú no estás ahí,
y yo cansado de tanto buscarte
me pregunto si he de cruzarla
o si debo esperarte aquí.
Así que lo mejor 
será volver a andar,
aunque siempre puedo 
dejarme llevar y volar.
Arrastras a casa he llegado
y mis pies cansados están;
tanto correr, tanto andar,
tanto perseguir sombras
y ahora se apaga la luz
y ya no están, desaparecen,
y las penumbras se tragan
todo lo que he perseguido
por verte entre mis sábanas,
desnuda una noche más.
Pero mi sueño se hace real,
y esta pesadilla hace renacer
mis peores fantasmas
y los sienta en la misma mesa
que yo para invitarlos a cenar.
Hace tiempo que la palabra vivir
dejo de carecer de sentido,
hace tiempo que paso más tiempo
despierto que dormido,
aunque ya no sueño contigo
porque sé que nunca me has querido.
Esta noche vendrá la soledad,
y la ausencia me abrazará en calma.
Esta noche ya no seré yo,
ni tú tampoco serás tú.
Esta noche serán otros
los que se duerman en brazos del amor.
Esta noche de locos
ni tú serás tú, ni yo seré yo.
Ni ninguno vigilaremos
el cobijo del perdido amor,
se hundirá, se ahogará una vez más
en el pantano de lágrimas de cristal,
las que se clavan en nuestros pies
cuando queremos volver a andar.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
domingo, 27 de noviembre de 2011
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