viernes, 27 de octubre de 2017

Un lugar llamado mundo

Escápate, huye...
Aléjate de aquí
pero vuelve para ser tú mismo.
Cuando nadie cree en tí,
decides asomarte al abismo.
Respiras hondo...
Uno, dos, insuflas aire a tus pulmones,
el suficiente para llenarlos de valentía.
Tres pasos atrás y ...

Salta, vuela, ríe...
Deja atrás cualquier rastro de toxicidad.
Hasta tu sombra se aleja de tí,
porque te acabas de convertir
en alguien nuevo, único.
Alguien irrepetible,
alguien que sólo reconocería su madre
y lo hará porque te llevo en su seno.

Que nada ni nadie
te diga lo que tienes que hacer.
Que nada ni nadie
te calle lo que tengas que decir.
Que el silencio sea silencio
porque tú lo elijas,
y que el ruido se haga eterno
por escuchar el sonido de tu risa.

Vuelve cuando tengas que volver.
Decide por tí mismo,
pero cuando lo hagas,
hazlo vestido de humano,
con el corazón en la boca,
y los sentimientos en las manos.

Vuelve cuando se haga de noche,
porque las estrellas
alumbraran tu camino cuanto mereces.
A paso lento, pero seguro,
firme y decidido,
pero sin tener miedo,
y sin que tiemble el pulso.

Vuelve para enseñarnos a vivir,
y descubrenos lo que hay ahí fuera,
en ese lugar llamado mundo.
El lugar donde viven
los cuerdos y los locos,
sin hacer de la vida algo absurdo.

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