Cuando no significa nada,
el aire se vuelve denso y cuesta respirar.
Entonces nada se vuelve nada
y el agua pierde toda su claridad.
Ya no se ven mis pies
desde aqui arriba,
ya no entienden de prejuicios
los sentimientos del día a día.
En esta inerte inercia infame,
nos duele el roce de la piel,
las quemaduras son recientes,
y el tiempo nos va rasgando
a poquitos la razon,
y entonces tenemos frío
y se pierde el sorbito de sabor,
se desafina cantando una canción
porque ya no queda nada,
porque se acabó la pasión.
Entonces cuando menos te lo esperas,
tienes que volver a empezar.
Cuesta aprender a andar
cuando hubo una vez que supiste...
Cuesta aprender a andar
pero es que hubo alguien
que pinchó tu espina dorsal
y caiste redondo al fondo del mar.
La salitre nos hace flotar,
las palabras corren solas,
nosotros vamos siempre por detrás.
Quedamos a merced de las olas,
que nos acercan a la orilla de esta playa,
una isla desierta cargada de razones
donde se pierden nuestras obsesiones,
una isla desierta donde se hayan
los auténticos latidos,
los acordes menores.
Volver a empezar, y soñar con cantar...
Volver a empezar, y soñar con la paz...
Volver a empezar, disfrutar de la libertad.
Hay lugares donde escapamos sin necesidad de movernos del sitio, este pretende ser uno de ellos. Disfruten de su estancia y sientan las palabras.
domingo, 23 de enero de 2011
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