domingo, 3 de julio de 2011

América

Dos realidades...
Para uno es mentira,
para el otro sus verdades.
Dos señales entre la paz
y el dolor del ira.

Creciste bajo el manto
de la inmensidad de Hispania,
sumisa, cargada de ingenuidad.
Arrasaron campos y bosques,
con el sentimiento original.

La tierra de los sueños,
de las oportunidades,
donde todo el mundo tiene
sus cinco minutos de fama,
como la miel y las moscas
que duermen con la putrefacción
dentro de nuestra cama.

América... es América.
Donde brilla el nuevo Sol.
América... ella es rica.
Sus riquezas no son económicas,
sus inmensas riquezas son
inalcanzables bellezas culturales.

América, tierra de paraíso.
Antagonismo racial.
Dentro de ti se haya
la pluralidad mundial.

Dentro de ti se dan la mano,
blancos y negros,
indios y amarillos, todos hermanos.
Comunismos y democracias,
casas de madera y hojas,
con complejas megaestructuras.

La riqueza y la pobreza,
el norte y el sur.
La sociedad avanzada y
las culturas originarias.
Aun quedan selvas por descubrir,
pero que quien llegue
que se guarde los ladrillos,
que se quede para vivir,
que descubra lo que hay detrás de ti.

América... es América.
Tan pronto la ostentación
y el espectáculo se adueñan de todo,
un niño indígena
se queda helado de frío.
Tan pronto se oyen alabanzas,
caen rendidos en el sur
las expoliaciones de oro,
los misioneros prendidos de su cruz.

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