lunes, 11 de abril de 2011

El Circo de Emociones

Haremos malabares
con los viejos sentimientos oxidados
y cuando El Circo de Emociones
decida mudarse de ciudad,
nosotros, insolentes,
nos quedaremos en este banco sentados,
porque es mejor
que las cosas pasen solas
que provocarlas.

Los payasos llorarán nuestra ausencia,
pero es que nos hemos hecho
escapistas de sentimientos,
y aunque pidamos la soberana clemencia,
no queremos vivir tras llantos y lamentos,
no queremos que este arte de amarse,
sea un trafico de influencias
y que todo se derrumbe para no volver
a empezar la función otra vez.

Juegos de niños, sonrisas forzadas,
juegos de adultos, falsas miradas.
Somos el cero a la izquierda,
somos la llamada telefónica
que nunca será descolgada.
Los tigres sacaran su instinto
y trataran de sobrevivir,
podrán morder una parte del cinismo
que enriquece de odio
estos días de Abril.

La mujer barbuda
se afeitará para convertirse
en la mujer más bella
jamás deseada antes.
El mago Merlín se sentirá orgulloso
de hacernos soñar con las estrellas,
se sentirá querido por ella.
El baile del titiritero,
y una bola de la boca del tragafuego,
desviarán de la pista central
la atención que teníamos puesta
en los cohetes del cielo.

El hombre bala
cruzará de un lado a otro
poniendo en vilo nuestros corazones.
El domador meterá la cabeza
dentro de la boca del león,
y en ese preciso instante
se encenderán alrededor del suelo
todas las luces de neón.
Los trapecistas saltarán
desde el mástil mas alto de la carpa,
nos harán sentir parte
de esta amarga sesión
en la que el mundo ha desaparecido
y se ha diluido el sentimiento de amor.

La función echará el telón,
y el público preguntará por los dos,
ya no se oirá el aplauso del amor,
ya no habrá domadores de momentos
en la lona de la pista,
a partir de ahora
veremos sobre el césped tirados
como brilla nuestra madre Luna
en la inmensidad del firmamento,
a partir de ahora
viviremos lo que tengamos que vivir
y al vivir tranquilo al fin,
cerraremos las tapas de este cuento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Culpable del hielo

Me siento culpable  de robar sueños inocentes. Culpable por robar sueños de inocencia infantil. Culpable del hielo que mantiene vivo los mie...