miércoles, 6 de abril de 2011

Una historia de amor

Déjame que te cuente una historia, que un día quizá me sucedió o quizá simplemente soñé despues de aquella borrachera de fin de semana producida por el amargo sabor del desamor, del desengaño y la infidelidad. Y es que estaba allí delante de aquella barra sentado sobre una banqueta bastante desgastada. La música cómo siempre pasa en los garitos de moda de cada ciudad ensordecia el sonido de la voz de mi amigo; quizás fueses tú el que andaba ahi al lado, el caso es que no recuerdo su rostro; cuando al final de la barra en aquella puerta que nos indicaba la salida hacia la cruda realidad se abrió y ... alli estabas tú. No sé si sería el azar lo que hizo que me encontrará en aquel bar cuando tu llegaste con él agarrada de la mano. Mi cabeza no daba credito a lo que estaba viendo y mi corazón no bombeaba suficiente sangre a mi cerebro como para hacerme reaccionar. Pero ahi quedé yo; imperpetrable, petrificado no conseguía quitar la mirada de tu cuerpo, cuanta nostalgia sentía de ser yo quien acariciaba tu cintura a través de aquel ceñido vestido azul.

Caminasteís hacia un lugar apartado de la barra, hacía ese lugar en que en los bares de copas nos creemos que tenemos cierta intimidad, quizá tú te puedas imaginar alguno, porque yo no recuerdo aquel, mi memoria unicamente alcanza a recordarla a ella , ni siquiera recuerdo quien era él, simplemente observe un gran halo de felicidad a tu alrededor, no sé exactamente porque nunca conseguí ver aquella magía cuando estuvimos juntos porque yo sentía que eramos el uno para el otro pero quizá tu eso no lo veías. Una vez os habíais acomodado en el lugar y en el ambiente, él se levantó gentilmente a pedir un par de copas, aunque tu normalmente bebiéses una coca-cola, en aquella ocasion pediste vodka con limon para desenvolverte más acorde con la situación. La casualidad hizó que tu acompañante fuera a pedir al lado de donde estaba, el lugar desde donde yo te miraba como el francotirador observa a su presa. Desde ese mismo lugar tu mirada no alcanzaba a vernos ni a él ni a mi. Mis impulsos me llevaban a golpearle cuanto pudiese, aunque supe controlarme mientras seguía concentrando mi mirada sobre tí. Son 7 euros escuché a mi lado, en ese momento debí girarme y decirle "tranquilo a esta invito yo" pero ahí seguí a lo mio.

Mientras él pedía las copas tú permanecías sentada en aquel sofá rosa que combinaba tan bien con tu vestido.Yo te recorría en mis recuerdos. Ese pelo que un día fue mio, donde yo me emborrachaba de la fragancía de aquel perfume que disparaba mis hormonas, y que tantas veces te regalé, ese cuello donde saciaba la sed de mis besos. "Déjame morir" era lo único que yo le pedía a Dios en ese momento. Me imaginaba que me haría caso pero ... imposible, ese que sé que está ahi arriba sigue sin oir mis suplicas, quizá deba empezar a rezar un poco ... aunque me lo he buscado. Él se marcho de la barra y fue hacía vuestra intimidad, mientras tu inclinabas para recoger tu copa, dejando ver un poco tus encantos de forma sugerente haciendo valer esa frase que tu tanto me repetistes "es mejor la fantasía de cada uno y lo que se puede llegar a imaginar, que mostrar toda la realidad", y esa frase quizá la debí aplicar en aquel momento porque por un instante era yo aquel que llegaba a tu lado pero me desperté de esa fantasía en el momento en que le besaste de forma que a mi jamas me lo habías hecho. No atinaba a darme la vuelta para dejar de verlo y pedir otra copa más, quiza un vasito de cianuro con hielo y algo de ron con miel para endulzar esta muerte no me hubiera venido mal, pero no daba credito a lo que estaba viendo. Maldigo mi mala suerte ...

Por un momento me levanté y caminé unos pasos hacía vosotros, pero me quedé a medio camino y tropecé con mis recuerdos, y con el ciego que llevaba en aquel momento no era cuestión de andar demasiado pero, saqué fuerzas de donde no había y me planté frente a ti. En ese momento palideciste, ¿acaso viste un fantasma? Porque de momento soy de carne y algunos huesos. No conseguías encontrar las palabras, él te miraba preguntando que quien era semejante personaje embriagado de alcohol y sueños. Al fín reaccionaste y te levantaste me agarraste del brazo y me apartaste unos metros de vuestra mesa y hablamos ...

O eso creo porque me desperté del sueño y giré mi cuerpo, con una resaca indescriptible, pero cuando atiné a abrir los ojos allí estabas tú durmiendo a mi lado. Una sensación de alivio y de agobio me estremeció, era algo raro... Infidelidad? Desamor? Desengaño? ... Quizá yo no fuese quien creía y él fuese yo, y yo fuese otro. Pero a mi lo que me importaba era que ella era quien era, y que era mia. Mientras pensaba en no moverme para no despertarla ella abrió ligermanente los ojos y me abrazó, en ese momento la paz y el amor inundaron mi cabeza, y sólo soñé con que ese momento fuese eterno. "Duerme y descansa" me susurraste acompañando tus palabras con un tierno beso en la frente. Las claras del día nos descubrían semidesnudos bajo aquellas sábanas blancas de lino, la ventana estaba abierta y una ligera brisa circulaba en la habitación ...

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