martes, 15 de diciembre de 2009

¿Dónde están aquellas tardes?

Me quede de piedra...
las letras que me dejaste
arrancaron mis lágrimas de cuajo.
Litros de lágrimas salinas
derramadas cuando nada parece que va bien.
Un, dos, tres...
Me sentaré en la arena, sereno...
Dejaré que las olas
secuestren mis pensamientos...
Se nos escapa la vida,
y sin embargo ¿que hacemos nosotros?.
Nos dejamos los momentos uno a uno...

¿Donde están aquellas tardes?
En las que todo pasaba
sin que ni tu ni yo fuésemos conscientes...
¿Donde están?
Aquellas en las que nos olvidamos de vivir,
por la simple inercia del tiempo..
por vivir tan rápido,
por coger los momentos y exprimirlos
como un vaso de agua
que nos bebemos de un trago...
Ay de mi!!
Si pudiese guardar un sorbo para cuando tenga sed.

El talismán de los deseos
de mis sentimientos no descansa
y maulla desde los tejados
de los sueños profundos que presiento
que pronto serán parte de un feroz pasado...
Deja que secuestre tu mirada felina

Tengo mil maneras
de decirte una misma cosa,
mil formas diferentes
de describir una realidad,
lágrimas que se derraman por soñarte,
aire para mis pulmones,
dibujar con la nubes ilusiones.

Mil garabatos para describirte
lo que se mueve dentro de mi,
eres dueña de los encuadres
de mis pensamientos en blanco.
Pinceles que violentamente trazan
la irrealidad confusa de nuestras vidas.

La cordura es una acción imprevista,
nada de lo que sucede en los movimientos
de mis manos tiene una lógica exacta,
y por las aristas del conocimiento,
simplemente se dejan llevar los sentimientos
de nuestras sensibles pieles rosadas.

Cae una gota de cera
de la vela encendida
al fondo de la habitación,
sobre el suelo de madera
se prenden las maravillas.
Crecen las ideas al pie del ser humano
se alimentan de nosotros...
Respiro gracias a la ilusión
que me regala el soñar contigo,
es quien me anima a seguir
el camino del paso de los días.

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