martes, 15 de diciembre de 2009

El rey de mi República (... a Joaquín Sabina)

Soledades escritas en noches de infamia,
corazones rotos por la sinceridad.
Que la mentira descubra a la verdad
desnudando palabras al calor de una noche
sin ti, sin mi cruel realidad.

Al apoyo de tu bastón
Con tus arrugas como espejo en que mirarme,
con tu aliento de humo y un soneto por recitar
a la luz de la luna
a la que escribiste
las canciones que nos quedan por escuchar.

Recorreré los burdeles
por los que aún te mueves,
por follarte a las putas de papá,
y cantar mil versos sin palabras
encadenadas a miradas para rimar.

La ronquera de una voz sedosa y vulgar,
la ideología canalla
y la teología por guardar,
mi padre, el rey de mi republica
una madre, mi virgen particular.

Depresiones de los ríos
que van a dar a la mar,
porque se me acaba la vida
cuando respiro me emborracho
sin una Magdalena a quién besar.

Letras, letras y un diván
aquel psicoanalista dibuja retratos que analizar
garabatos en mi mente,
palabritas que escuchar.

Una botella de güisqui,
las puertas de mi casa abiertas
para quien quiera acceder
a buscar la juerguecilla en medio de un funeral
por mi alma gastada que se llama Soledad.

A Joaquín Sabina…
maestro de la vida canalla

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