domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Seremos libres?

Desde el cielo,
desde el aire y para el alma,
con el miedo
con los sueños, en mi calma,
ahí donde te encontré, en él
entre bolas de placer
donde nos arropamos en la cama.

- ¿Cuándo seremos libres?,me preguntas.
- Cuando seamos uno, te lo prometo.- contesté, mitad vanidad mitad deseo.

Una reflexión gratuita y del mismo modo que te pude decir cualquier cosa. Pero hoy, lo analizo, te analizo, te respiro y te murmuro en lo profundo de la noche, en el lugar donde nos estremecemos y entre tu y yo, glaciares de cariño, mucho más que frío.¿Cuándo seremos libres?.

En verdad, no somos mas que materia, dentro de un cuerpo, y aunque pensemos; no somos libres, estamos teledirigidos por tantas y tantas cosas. Nuestros padres, nuestros deseos, nuestras ánimas, todo... Alguna vez he pensado, os lo puedo jurar, y... ¡cuánta libertad! os lo puedo asegurar, alguna vez he recogido aire de una bocanada he llenado mis pulmones y he gritado hasta que me ha faltado el elemento,elemental, hasta que me ha dolido el pecho de libertad, y eso es lo que tiene la libertad que al final nos calla, nos enmudece y nos ensordece, luchas de egos, egoísmo.

Pero, ¿seremos libres? Recapacito sobre la pregunta, le doy vueltas, y la respuesta se escapa furtiva, como recién pescada, entre mis dedos, de mi cabeza, de mis adentros. ¿Cómo hacemos para ser uno? Te lo prometí, te lo dije que seríamos uno pero para eso tenemos que pensar en común, todos nosotros, y yo por mi parte no quiero faltar a mi palabra. Apenas nos conocemos y quiero quedar bien contigo, quiero ser caballero.Tenemos que mirar al sur y ver su problema, analizarlo, destriparlo hasta que quede masticado y una vez ahí, entre vísceras y sangre, la que derraman a diario los niños del descampado mundial, solucionarlo, ayudarles desde la profundidad de nuestras posibilidades, las infinitas posibilidades que se nos sitúan frente nuestros ojos, y las vertemos sin importar donde se derramen, sin mojarnos.

¿Libertad? Bendito tesoro, frente a frente, palmo a palmo, recorremos los días como sórdidos kilómetros de vidas incombustibles, imperpetrable el oro líquido, y nos odiamos y tan pronto nos abrazamos, y vuelvo, ¿Libertad? Tantas y tantas veces, ¿Seremos libres? Depende del día, depende de tí y de mí, de todos. No hemos sido libres, porque los libertinos no llegaron a tiempo para evitar el secuestro de los ideales. Nos escondemos tras la derecha, la izquierda, el supuesto centro, pero te digo aquello de: "Cuando seamos uno". Somos lo que somos, somos humanos, hermanos y villanos.

Desde el cielo,
volando sobre las palabras,
libertad sincera y amor en llamas.
Para el suelo,
entregarme las armas,
las del cariño, las que no engañan,
las que sin motivo engalanan.
¿Cuándo seremos libres?
Ya lo somos
pero no nos da la gana

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